Aunque la historia gira en torno a Towa, la sacerdotisa de la aldea de Shinju, ella no es un personaje jugable como tal. En su lugar, cada expedición se juega eligiendo dos de los ocho guardianes disponibles, y son ellos quienes empuñan las armas sagradas, la espada Tsurugi y el bastón Kagura, y combaten en las mazmorras. De esta forma, los jugadores tendremos que seleccionar a dos guardianes por cada expedición que seremos a los personajes que controlaremos, mientras que vamos alternando entre ambos guardianes en tiempo real, aprovechando sus habilidades únicas y estilos de combate complementarios.
En Towa and the Guardians of the Sacred Tree, los
Guardianes del Árbol Sagrado son mucho más que simples compañeros de combate: representan el corazón emocional, táctico y narrativo del juego. Cada uno de los ocho guardianes jugables posee un
estilo de lucha único, un trasfondo propio y una conexión espiritual con Towa, la sacerdotisa protagonista. A lo largo de las expediciones, no solo luchamos junto a ellos, sino que también forjamos vínculos que desbloquean habilidades, recuerdos y transformaciones que afectan tanto al combate como a la narrativa.
El sistema de juego nos permite seleccionar dos personajes por expedición: uno empuña la
espada sagrada Tsurugi y el otro el
bastón mágico Kagura. Esta combinación define el estilo de juego de cada partida, ya que cada guardián tiene su propio set de armas, animaciones y sinergias. Además, sus habilidades pueden potenciarse tanto dentro de las mazmorras como en la aldea de Shinju, donde entrenamos, forjamos nuevas armas y estrechamos lazos con ellos.
Los ocho guardianes confirmados hasta la fecha son:
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Rekka: samurái de fuego y fundadora del Eternal Flame Dojo.
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Nishiki: koi humanoide devoto, ágil y filosófico.
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Shigin: maestro de las artes espirituales de Jinkai.
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Akazu: investigador arcano con habilidades de manipulación del tiempo.
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Origami: guerrera de Musuhi, experta en técnicas de sellado.
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Mutsumi: sanadora de primavera, especializada en apoyo y curación.
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Koro: defensor de la aldea, con estilo de combate defensivo.
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Bampuku: bestia sagrada de pelaje oscuro, centrado en ataques de área.
A continuación, exploramos en detalle a los dos primeros guardianes presentados oficialmente: Nishiki y Rekka.
Nishiki y Rekka
Los dos primeros guardianes presentados son
Nishiki y
Rekka, dos personajes jugables con estilos de combate y personalidades radicalmente distintos.
Rekka es una joven samurái de carácter ardiente, fundadora del
Eternal Flame Dojo y protectora personal de Towa. Su estilo de combate se basa en
ataques en área (AOE) y
combos contundentes, lo que la convierte en una opción versátil para controlar grupos de enemigos. Aunque es letal en combate, fuera de él se muestra torpe y entrañable, lo que añade una dimensión cómica y humana a su carácter. En combate, empuña la espada Tsurugi con gran destreza, y sus habilidades se centran en el control del fuego y la presión constante sobre el enemigo.
Nishiki, por su parte, es un
pez koi humanoide de complexión musculosa y alma piadosa. Irónicamente, no sabe nadar, pero su movilidad en tierra es excepcional. Es un
guardián errante que considera la lucha contra Magatsu como un acto de filantropía espiritual. Su estilo de combate es
rápido, fluido y centrado en combos encadenados, ideal para jugadores que prefieren la agilidad y la evasión. Porta el bastón Kagura y canaliza energía espiritual en ataques de largo alcance y desplazamientos rápidos.
Ambos guardianes representan dos extremos del espectro jugable: fuerza bruta y control con Rekka, frente a velocidad y precisión con Nishiki. Su presentación inicial no solo sirve para mostrar la variedad de estilos disponibles, sino también para establecer el tono emocional y narrativo del juego: cada guardián tiene una historia, una motivación y una relación única con Towa.
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