Novedades Remastered Version de System Shock 2: 25th Anniversary Remaster

Novedades técnicas en profundidad: más allá del remaster

El apartado técnico de System Shock 2: 25th Anniversary Remaster ha sido uno de los focos centrales de esta remasterización, no solo como mejora gráfica superficial, sino como una reconstrucción sistémica que afecta jugabilidad, compatibilidad y optimización. Utilizando el motor KEX, desarrollado por Nightdive Studios, el juego ha sido reprogramado para adaptarse a los estándares actuales sin perder su identidad visual ni mecánicas originales. Esto se traduce en mayor estabilidad, compatibilidad con hardware moderno y opciones avanzadas de configuración gráfica que no estaban presentes ni siquiera en ports no oficiales anteriores.

En cuanto a rendimiento, esta versión permite jugar en resoluciones nativas de hasta 4K (3840x2160) en PC y consolas de nueva generación, y en 1080p en Nintendo Switch (docked) y 720p en modo portátil, con una tasa de 30?60 FPS según la carga gráfica. Las consolas como Xbox Series X|S y PS5 alcanzan hasta 120 FPS, mientras que en PC se puede desbloquear el frame rate hasta 144 o incluso 240 FPS con el hardware adecuado. Además, se ha incorporado compatibilidad con pantallas ultrapanorámicas (21:9 y superiores), algo especialmente valorado por quienes juegan en monitores de productividad o cine.

También se han añadido ajustes personalizados de FOV (campo de visión), sincronización vertical (V-Sync), escalado dinámico de resolución, profundidad de campo, anti-aliasing (FXAA/SSAA), oclusión ambiental y reflejos dinámicos. El sistema de sonido se ha remasterizado con mezcla estéreo y 5.1, junto a mejoras ambientales basadas en reverb realista por espacio cerrado o abierto. Finalmente, el rendimiento multihilo permite que el juego utilice más de un núcleo de CPU, reduciendo cargas y microtirones en sistemas modernos. Este nivel de atención técnica convierte System Shock 2: 25th Anniversary Remaster en algo más que una remasterización estética: lo transforma en un producto respetuoso con su pasado, pero plenamente funcional en el presente.